Una red privada es, por definición estricta, y a diferencia de una red pública, una red en la que se establecen restricciones de acceso para promover un entorno seguro. En otras palabras, los dispositivos fuera de la red no pueden acceder a ella. Las redes corporativas privadas basadas principalmente en conectividad por cable o WiFi existen desde hace varias décadas, en forma de direccionamiento IP que no se envía hacia el exterior, es decir, hacia Internet. Este es el mismo concepto aplicado a las redes móviles, o celulares, llamadas “Private Mobile Networks” en inglés, que usamos hoy en día principalmente para nuestros smartphones y otros dispositivos móviles. Entonces, ¿por qué deberíamos considerar crear nuestra red celular privada y cuáles son sus componentes principales?
¿Red móvil pública o privada?
Ventajas frente a la red móvil pública
Una primera respuesta a la pregunta sobre el interés de una red privada en comparación con una pública es, naturalmente, la seguridad. De hecho, los datos permanecen dentro de las infraestructuras de la empresa y nos liberamos de la dependencia de los operadores públicos. La autenticación por tarjeta SIM sigue siendo un método eficaz.
Un segundo elemento es el control sobre las infraestructuras y los servicios: configuramos coberturas de red personalizadas y servicios con un rendimiento adaptado a las necesidades. Donde los operadores públicos están débilmente comprometidos con los niveles de servicio (no en la radio), en ocasiones no dan cobertura en el área o dan una cobertura parcial (área no cubierta o calidad de cobertura insuficiente).
Finalmente, a medida que el mercado evoluciona, se desarrollan soluciones cada vez más adaptadas al contexto de las empresas y al volumen con un modelo financiero más “por uso” basado en el número de usuarios, lo que permite hacerlo más asequible en lugar de la fuerte inversión que había que hacer antes.
Desempeño y casos de uso
Las redes celulares privadas permiten satisfacer necesidades empresariales específicas gracias a la flexibilidad, escalabilidad y las nuevas tecnologías. El 4G ya permite velocidades de hasta 150 Mbits/s y latencias de hasta decenas de milisegundos.
Las redes privadas 4G ya permiten usos con altos requerimientos de ancho de banda como usos de video como asistencia remota o la (des)carga de datos masivos. Además, no existen los mismos límites en subida de datos que en redes públicas.
Y también permiten usos que requieren baja latencia como comunicaciones del tipo “Push-to-Talk” o monitorización en tiempo real de sistemas de tipo industrial IoT.
Estas redes son, por tanto, de gran relevancia en los círculos industriales, en el sector del transporte y de la energía al permitir dar respuesta a los llamados usos “de misión crítica” o “de negocio crítico”.
Los principales componentes de una red celular privada
Esta red está basada en la misma tecnología que una red celular pública según el estándar global 3GPP:
- Red central, “Core Network” o “Backbone” central que gestiona los abonados, la señalización (plano de control) entre ellos, sus perfiles y sus datos de seguridad, y que también interactúa con las demás redes (móvil, Internet, etc.)
- Antenas a las que se conectan los terminales/suscriptores ofreciendo cobertura sobre un área denominada “cell” y que asegura la conexión al core de la red vía backhauling de fibra con mucha frecuencia
- Terminales de usuario equipados con tarjetas SIM con perfil de abonado conectadas por radiofrecuencia a las antenas
- Licencia de red privada que se puede obtener del regulador de telefonía
De hecho, este modelo de red está disponible con tecnologías 4G, o “LTE – Long Term Evolution” en inglés, pero también en 5G.
Con la llegada del 5G y su rendimiento en términos de ancho de banda, latencia y capacidad para gestionar muchos terminales (ver el famoso triángulo 5G), se pondrán en marcha nuevos usos aún más innovadores con la oportunidad de utilizar una única infraestructura para todos los usos de un polígono industrial.
Sin embargo, nuestra experiencia en estudios de redes celulares privadas muestra que los casos de uso empresarial actuales funcionan muy bien en 4G/LTE y que no es necesario esperar a que se lance la 5G.
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